Programa de mano de Esto no es La casa de Bernarda Alba. Versión de José Manuel Mora. Dirigida por Carlota Ferrer
UNA CONVERSACIÓN EN CUATRO TIEMPOS: JOSÉ MANUEL MORA, CARLOTA FERRER Y FEDERICO GARCÍA LORCA ENTRE LAS SOMBRAS
1.
José Manuel Mora: Tus Tus obras y la elevada masa crítica que han inspirado son adquisiciones de gran valor en universidades del mundo y escuelas de teatro. Pero convertir a alguien en icono corre el riesgo de transformarlo en una abstracción y las abstracciones son incapaces de generar una comunicación vital con la gente viva.
Federico García Lorca: Recuerdo haber tenido en Almazán una de las emociones más intensas de mi vida. Representábamos, al aire libre, el auto La vida es sueño. Empezó a llover. Solo se oía el rumor de la lluvia cayendo sobre el tablado, los versos de Calderón y la música que los acompañaba, en medio de la emoción del público. Esto sucedió porque todo lo hacíamos con pasión y energía. El teatro es la poesía que se levanta del libro y que se hace humana. Y al hacerse, habla y grita, llora y se desespera…
Creo sinceramente que el teatro no es ni puede ser otra cosa que emoción y poesía en la palabra, en la acción y en el gesto.
2.
José Manuel Mora: Yo pienso que hemos de creer realmente en la capacidad de nuestros clásicos contemporáneos y enfrentarnos a ellos sin el peso del análisis heredado por la tradición e instaurado como verdadero e inamovible. En lugar de leer el texto bajo la lupa del análisis aceptado propongo dialogar, convivir y fecundar el pensamiento y las emociones del texto. Ver precisamente aquello que no encaja en los análisis. Lo que está, pero no se ve.
Federico García Lorca: Estoy de acuerdo, a mí no me interesa la arqueología. Cuando la hagamos, que sea solo de manera intencional y estilizada. Si tuviera dinero, me gustaría hacer varias versiones de la misma obra: una, muy antigua; otra, muy moderna; una, fastuosa; otra, muy sofisticada. El teatro debe siempre tender al teatro poético, al teatro vivo.
3.
Carlota Ferrer: A todos nos han explicado que La casa de Bernarda Alba representa el conflicto del anhelo de libertad (encarnado en el personaje de Adela) frente al principio de autoridad (encarnado en Bernarda Alba). Toda su obra está llena de tentativas que cuestionan desde la poesía el orden moral establecido. De ahí su vigencia universal.
Federico García Lorca: El teatro es uno de los más expresivos y útiles instrumentos para la edificación de un país y el barómetro que marca su grandeza o su descenso. Es una escuela de llanto y de risa y una tribuna libre donde los hombres pueden poner en evidencia morales viejas o equívocas y explicar con ejemplos vivos normas eternas del corazón y del sentimiento del hombre.
Carlota Ferrer: Pero la visión del deseo de libertad de todas estas mujeres obedece al canon masculino imperante en gran parte del mundo: huyendo de la autoridad (Bernarda, el pilar familiar) a través de la satisfacción del deseo del hombre, estas mujeres solo consiguen encadenarse a una nueva autoridad.
Federico García Lorca: Yo no tengo un juicio claro sobre mi obra. Si la volviese a escribir lo haría de otro modo, en uno de los mil modos posibles. Por eso creo sinceramente que todos los críticos pueden tener razón al juzgarla, cada uno desde su punto de vista. «A un caballo encabritado soy capaz de poner de rodillas con la fuerza de mi dedo meñique», dice Adela en la obra.
José Manuel Mora: Adela es impulso infértil, deseo desbocado. Y el deseo es deseo de deseo…
Federico García Lorca: Hay que meterse en el fango hasta la cintura para ayudar a los que buscan las azucenas…
4.
Carlota Ferrer: Tomamos la decisión de poner a actores a interpretar a las mujeres de su obra. Son muchas las veces que los personajes expresan el deseo de ser hombre para gozar de libertad. En el momento en el que una serie de mujeres encerradas y reprimidas sexualmente por la moral imperante son interpretadas por hombres estamos dimensionando la esfera política y social del clásico: al distanciarnos de la identificación literal y ver a mujeres interpretadas por hombres, la asociación directa
-mujeres con problemas de mujeres- desaparecerá, surgiendo otros posibles significados que dinamiten la rigidez de los roles de género en un mundo en el que, afortunadamente, cada vez están más difusos.
Federico García Lorca: En el arte no hay que quedarse nunca quieto ni satisfecho. Hay que tener el coraje de romperse la cabeza contra las cosas y contra la vida… el cabezazo… Después veremos qué pasa. Una obra antigua, bien interpretada, inmejorablemente decorada, puede ofrecer toda una sensación de nuevo teatro. Un teatro debe recoger el drama total de la vida actual. Un teatro pasado, nutrido solo con la fantasía, no es teatro.
Madrid, 27 de noviembre de 2017
Ángela Segovia y Carlos Rod
Bibliografía
•Treinta entrevistas a Federico García Lorca, Aguilar, Madrid, 1989.
•José Manuel Mora, “Paradojas y desviaciones: algunas consideraciones sobre La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca”. [Texto inédito]