Te descubrimos el origen de 4 supersticiones en torno a los espectáculos de teatro.
El martes y 13 es sin duda uno de los peores días del año para muchos, sobre todo para los supersticiosos. Por suerte, Google es sabio y cada vez que buscamos la “maldita” fecha nos enseña vídeos del famoso dúo humorístico que tanto hizo reír en los años 80 y 90. Pero, sin duda, existen otras muchas supersticiones y curiosidades menos conocidas y muy extendidas como las que atañen al mundo del teatro.
Para comprender el porqué de tantos y tantas leyendas y miedos, hemos decidido aclarar de dónde vienen estas supersticiones y, sobre todo, cuáles todavía tienen cierto halo de misterio.
1. El amarillo da mala suerte
Quizás alguna vez has evitado este color en tu fondo de armario. Sí, quizás es porque no combinaba con el resto de tu ropa, o también porque da mala suerte. Y la culpa la tiene Molière. Resulta que cuando interpretó su obra de teatro El enfermo imaginario tuvo fuertes ataques de tos y convulsiones a causa de la tuberculosis. Pocos días después, el dramaturgo falleció. Desde entonces es un color prohibido sobre las tablas.
2. Prohibido silbar en un escenario. Peligro de muerte
En los días y horas previos a la obra, los decoradores y demás personal se comunicaban silbando. Los fondos de los teatros y los elementos decorativos utilizaban antiguamente lastres y plomos para ser intercambiados. Si alguien silbaba a destiempo era posible que se interpretara como una señal y podía ocurrir que te cayera un saco de arena en la cabeza, en el mejor de los casos. Hoy en día el sistema de comunicación es más moderno y se realiza con juegos de luces, pero aun así se mantiene la tradición de no silbar.
3. Te deseo mucha mierda
Esta expresión tan poco glamurosa se dice siempre que alguien va a estrenar su obra, en lugar de decir simplemente «buena suerte». Y tiene su explicación histórica. Antiguamente la gente iba en caballo al teatro. Estos animales eran aparcados en las zonas aledañas y dejaban allí sus excrementos. Con lo cual, la cantidad de caca de caballo significaba una mayor o menor afluencia de público.
4. No apagues la luz
Nunca se debía dejar el escenario a oscuras. Sobre todo para aquellos que creían y aún creen en fantasmas. Por ello era costumbre dejar siempre una bombilla encendida sobre el escenario con el fin de ahuyentarlos.
Ahora cada vez que vayas a un teatro en Madrid o en cualquier parte del mundo sabrás cosas como por qué no debes desear nunca buena suerte, evitarás el color amarillo en tus atuendos, y solo aplaudirás cuando termine la obra, para que esta sí tenga un buen final.
Fotos: Dominio Público / Brain87 en Deviantart