Se diría que los argentinos lo hacen todo bien. En la música podemos citar a Andrés Calamaro, Ariel Rot, Susana Rinaldi o Nacha Guevara. En la interpretación, Federico Luppi, Héctor Alterio, Norma Aleandro, Miguel Ángel Solá… Nos han seducido y nosotros los hemos adoptado gustosos. Más allá del acento, del tango y del dulce de leche, la fascinación española por las costumbres, la música o el teatro argentino, por ejemplo, viene dándose desde hace años y responde a una clave básica: el savoir faire.
Cien años adorando a los artistas argentinos
Hace casi un siglo que Imperio Argentina o Celia Gámez pusieron rumbo a España, donde el destino les tenía preparado el estrellato. Aunque llegaron por separado y en diferente ocasión, sus historias son parecidas: una voz prodigiosa y una tremenda energía escénica las convirtieron en artistas imprescindibles en los teatros. Curiosamente, Celia Gámez nunca fue tan conocida en su país natal como lo era en España, y no ha recibido grandes homenajes como el que se le rinde ahora en Buenos Aires con el musical La Gámez.
Si bien las circunstancias políticas favorecieron el cruce cultural entre los dos países, para continuar la línea de fascinación española por los argentinos, tenemos que dar un salto hasta los años ochenta, cuando un jovencísimo Pedro Almodóvar estrenaba su ópera prima Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón. España descubría entonces a la actriz argentina Cecilia Roth, que se convirtió a la vez en ‘chica Almodóvar’ y en una de las madres intelectuales de la ‘movida madrileña’.
Desde entonces, los artistas argentinos nos han mantenido en vilo y deseosos de conocer sus nuevos trabajos. ¿Qué tienen los artistas argentinos para cautivarnos de ese modo? Sobre todo, formación, y una tradición teatral que se ha mantenido sólida a lo largo de los años. No es de extrañar que algunos de los más reputados profesores de interpretación en Madrid sean argentinos (Cristina Rota, Juan Carlos Corazza, Pablo Messiez, Fernando Piernas…). Más aún, su entrenamiento es multi-modal. Cantan, bailan, actúan. Muchos talentos, y todos necesarios si se quiere ser elegida por el propio Andrew Lloyd Webber como la protagonista de Evita (hablamos de Elena Roger, quien también puso cuerpo, voz y corazón a Edith Piaf, en el musical que le valió un premio Olivier).
Por otro lado, podría atribuirse a los artistas de aquél país una sensibilidad especial. ¿Será quizás aquel cliché del psicoanálisis lo que hace que las gentes del teatro argentino conecten con el alma humana desde una perspectiva diferente? Ocurre lo mismo con sus cantantes, que son capaces en cada tango de exprimir la esencia de su país. Cuando Julio Cortázar conoció a Susana Rinaldi, ‘La Tana’, se quedó tan fascinado por su compatriota, que incluso le dedicó un poema:
También nos fascinan los artistas argentinos por su descaro, por contarnos el lado más sensual y pasional del amor, en lugar de la versión edulcorada y romántica; por reírse de todo, por hablar de todo sin tapujos y por ser verdaderos ‘animales’ de teatro. Tal es el caso de Enrique Pinti. Actor, humorista, director teatral, dramaturgo, presentador de El club de la comedia o jurado de Tu cara me suena, es una celebridad en Argentina, y uno de los mejores ejemplos de la internacionalización de sus actores. Además de por ‘hacerlo todo y todo hacerlo bien’, su éxito radica en su desenfado y en su facilidad de palabra. Él es, por sí mismo, un espectáculo.
Intercambio cultural, a salto de charco
Por otra parte, no han sido pocos los artistas españoles en ‘poner una pica’ en Argentina: Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Isabel Pantoja, la difunta Rocío Jurado… Son sobre todo músicos, pero también los actores españoles tienen una fuerte presencia en Buenos Aires; tanto es así, que se fundó una asociación para ellos.
La globalización ha contribuido a que cruzar el océano sea solamente saltar un charco. Y a que los artistas de referencia de un país puedan serlo a la vez de dos continentes.
(En la foto principal, de izquierda a derecha y de arriba a abajo: Norma Aleandro, Federico Luppi, Carlos Gardel, Julio Cortázar, Claudio Tolcachir, Elena Roger, Mercedes Sosa, Susana Rinaldi, Ernesto Sábato, Leonardo Sbaraglia, Ariel Rot, Ricardo Darín, Griselda Siciliani, Pablo Messiez, Enrique Pinti, Jorge Luis Borges, Andrés Calamaro e Imperio Argentina).