Japón es el país que más tipos de teatro ha desarrollado (dentro de un esquema relativamente tradicional): el teatro Nô, el Bunraku… Sin embargo, el más prestigioso fuera de sus fronteras es claramente el teatro Kabuki. Puede que para los no iniciados en la cultura japonesa resulte difícil entender este tipo de representación, por lo que nos hemos atrevido a elaborar un manual básico de teatro Kabuki.
Antecedentes del teatro Kabuki
Para entender de dónde viene el teatro Kabuki hace falta remontarse al siglo XIV, cuando, por influencia china, nació el teatro Nô, relacionado con el budismo. Este tipo de espectáculo está muy codificado, ya que tiene un carácter religioso. Se considera que a través de las obras Nô se comunica a los vivos con los muertos.
La escenografía es muy sencilla. Sobre el escenario únicamente hay una pintura de un pino, como alegoría de las fuerzas de la naturaleza. Pero la representación es muy visual, ya que se acompaña de música, máscaras y movimientos muy precisos, donde los actores parecen flotar.
El teatro Nô era aristocrático y tenía lugar en casas feudales bajo la protección de los samuráis. Pero el pueblo también necesitaba una forma de entretenimiento, y así surgió el teatro Kabuki.
Nacimiento del teatro Kabuki
El nacimiento del teatro Kabuki se fechó en 1603. Frente al estatismo del Nô, el teatro Kabuki nace en la plaza pública y busca la diversión del pueblo. Es un teatro muy desvergonzado y con burlas a todo lo que se pusiera por delante. Inicialmente, y al contrario de lo que ocurría con el teatro occidental de la época (el teatro isabelino), en el teatro Kabuki actuaban solo mujeres. Sin embargo, en 1629 las autoridades prohibieron actuar a las mujeres: al parecer, la línea entre la actuación y la prostitución no estaba bien definida entre las actrices del teatro Kabuki. Los papeles pasaron a ser interpretados por hombres jóvenes, a los que en 1652 se les restringió este derecho por el mismo motivo.
Desde entonces, y hasta después de la segunda Guerra Mundial, en el teatro Kabuki solo actuaban hombres maduros, que interpretan los papeles tanto masculinos como femeninos.
Pero ¿qué significa Kabuki?
Existen dos teorías. La primera explica que los tres símbolos que forman la palabra en japonés (歌舞伎) significan respectivamente cantar, bailar y habilidad. Es decir, Kabuki sería la acción de cantar y bailar.
Hay quienes dicen que su origen está en el verbo kabuku, que hace referencia a estar fuera de lo ordinario. Podría ser que el Kabuki se denominase así por ser un teatro vanguardista o contrario a lo establecido.
¿De qué tratan las obras de teatro Kabuki?
El teatro Kabuki cuenta historias antiguas y tradicionales de amor, héroes, leyendas…, pero lejos de la espiritualidad del Nô.
Ejemplos de obras de teatro Kabuki
Fuji Musume (algo así como La chica de las glicinias) está basada en la historia de un hombre que, paseando por un mercado de arte, se enamora de una pintura. Representa a una doncella rodeada de flores. Tal es su amor, que la joven cobra vida y sale de la pintura. Su baile representa la belleza y la alegría de una chica enamorada. Pero las cartas que la doncella escribe a su amado no son correspondidas. Su baile se transforma entonces en la expresión de los celos y la traición. Con el corazón roto, Fuji Musume vuelve a su pintura.
Renjishi, por otro lado, significa Dos leones. Trata sobre la relación entre un padre y su hijo y la dinámica de poder que se establece entre ellos. Renjishi es una de las piezas más famosas del teatro Kabuki. Se inspira en una leyenda, según la cual un león tira a sus hijos al fondo de un valle y anuncia que cuidará únicamente a aquel que consiga volver de allí.
Los actores de Kabuki: ¿basta con saber cantar y bailar?
Ser intérprete de teatro Kabuki no es nada fácil. Para comenzar, el actor ha de saber cantar y bailar. Pero, además, se necesita de una gran destreza y fuerza. Tiene que ser capaz de hacer movimientos muy precisos y rápidos, en contra de la pesadez de sus ropajes.
Cada gesto de los actores tiene un sentido, todo es parte del código. Estas posturas o poses del teatro Kabuki se llaman ‘kata’. El ejemplo más reconocible es cuando un actor realiza una pausa y permanece inmóvil, convertido en una estatua, para presentar así al personaje.
Por otro lado, están los kuro, unos asistentes vestidos de negro que ayudan a los actores a cambiarse de ropa en tiempo récord.
La caracterización de los artistas en el teatro Kabuki
Otra de las características principales del teatro Kabuki es su maquillaje o keshō.
Mientras que en el teatro Nô los actores llevaban grandes máscaras, aquí la caracterización sirve como máscara. Se cree que esto es debido al carácter popular del Kabuki; posiblemente, en sus inicios, el maquillaje fuese una opción más barata.
Cada personaje tiene unos rasgos y colores distintos, aunque todos coinciden en la cara pintada de blanco. El maquillaje se vuelve fundamental en el caso de los Onnagata, los hombres que interpretan papeles femeninos. ¡Su caracterización se volvía entonces en una auténtica obra de arte!
Con la occidentalización de Japón el teatro Kabuki cayó un poco en el olvido. Sin embargo, a partir del siglo XX y con los movimientos nacionalistas ha vuelto con mucha fuerza a la escena tanto japonesa como internacional.
Y tú, ¿habías visto alguna vez un espectáculo de Kabuki?
Fotos: (CC) Jack Fiallos / Kishin Shinoyama.