Teatros Canal
La magia de Nacho Diago comienza posiblemente en la imborrable sonrisa que mantiene durante toda la entrevista, a la vez que constantemente se rasca la oreja derecha, aunque no haga aparecer ninguna moneda. A Diago, actor y campeón de España de Magia en 2005, se le nota feliz hablando de su último espectáculo, La Caja, en el que reivindica la capacidad de asombro como manera de humanizarnos.
El no tan reciente ‘boom’ de la magia
Cuando echamos un vistazo a la programación de los teatros, es difícil encontrar espectáculos de magia en la misma proporción que dancísticos o teatrales, algo que se debe, según cuenta Nacho Diago, a convencionalismos adquiridos hace tiempo: “Ocurre lo mismo con los payasos, los mimos o el circo. Durante muchos años ha sido tratado como un arte menor, hasta que apareció El Circo del Sol, que rompió el prejuicio de la gente, e hizo que se empezase a ver el circo de otra manera. Con la magia pasa igual. El mago de frac y chistera ya ha desaparecido, ha evolucionado, y la magia es un arte que ha crecido muchísimo”.
Tanto es así, que en España vivimos lo que muchos denominan “el boom de la magia”, con magos copando los campeonatos (el canario Héctor Mancha se alzó este verano con el título de mejor mago del mundo). En Magia Estudio, la tienda de magia más antigua de Madrid, coinciden en la buena salud de estas artes. “Cada vez hay más teatro en la magia y más magia en el teatro. Nosotros asesoramos mucho a actores y bailarines que quieren hacer cosas pequeñas en sus espectáculos, no demasiado difíciles, pero que son muy vistosas». El nuevo equipo de ‘la tienda de Encarnita’ (como la conoce casi todo el mundo), tomó el relevo del negocio hace un año, y confiesan que les va bien “entre amigos, clientes antiguos y nuevos magos”.
Sin embargo, este auge no es tan reciente a los ojos de Diago: “Llevamos muchos años liderando. España ha sido siempre una potencia mundial en magia de cerca, con cartas. La escuela de Juan Tamariz ha hecho que haya un grupo de gente, desde hace muchísimos años, que son los mejores del mundo, con diferencia”.
¿Por qué entonces el público no está familiarizado con estos magos? “Es más difícil que la cartomagia llegue a la gente porque suelen ser actuaciones para 30 o 40 personas. Necesitamos que haya más teatros que den cabida a espectáculos de magia de calidad”, responde Nacho.
¿Hemos perdido la capacidad de asombrarnos?
El ilusionista del S. XIX Robert Houdin es considerado el padre de la magia moderna.
Diago opina que sí y lo califica como uno de los grandes males del siglo XXI: “Estamos muy anestesiados ante tanta información; para que una noticia nos afecte, tiene que tocarnos de cerca porque nos hemos puesto una coraza”. Por eso, cuenta, la magia es un arte necesario hoy en día, ya que apela a uno de los sentimientos más básicos del ser humano, la fascinación por aquello que no entendemos. “La magia provoca una lucha entre nuestra parte racional e irracional. Por un lado estás deseando saber el truco, y por otro, estás deseando ser engañado”, explica el mago. Entonces, ¿con qué nos quedamos? ¿Tenemos que creernos que de verdad existe la magia? “Hay que disfrutar de la sensación de imposibilidad. Cuando a mí me preguntan si tiene truco siempre respondo: ‘Qué más da’”.
Pero aunque muchos quisiéramos culpar al demonio de las nuevas tecnologías por esta falta de entusiasmo ante lo desconocido, Nacho Diago confía en su buen uso: “Los magos siempre hemos usado los recursos técnicos que aún no eran conocidos por la población. Cuando Robert Houdin, a principios del siglo XIX, encendió una vela con la mente, y nadie conocía la electricidad, la gente dijo: ‘¡ostras!’ Ahora, eso no tendría sentido, pero sí que hay muchas cosas nuevas que se pueden utilizar en la magia”.
Un espectáculo de magia no convencional
‘La Caja’ podrá verse entre el 29/12 de 2015 y el 3/01 de 2016.
La Caja lleva dos años gestándose en la cabeza de Nacho y se abre dispuesta a romper con todas las creencias establecidas en torno a lo que es un espectáculo de magia. En este caso, no existe la sala a la italiana y la ‘función’ se concentra en una caja de transporte, de dos metros cúbicos: “Es un sitio pequeño que normalmente se utiliza para meter cosas, pero dentro existe un universo entero”.
Sí, sí, la magia va a suceder a dos palmos de tus narices, ya que esta experiencia está pensada para solo dos personas: el mago y tú. Y una vez dentro ¿qué pasa? “La Caja habla de los recuerdos, en concreto del primer recuerdo de asombro del espectador. No es un espectáculo de magia al uso porque subyace un elemento conmovedor. Es como meterte en una máquina del tiempo durante tres minutos… Creo que la gente se va a quedar con ganas de más”, nos cuenta Diago, quien concluye: “Hay que venir abierto a sorprenderse y disfrutar”.
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