Ya lo dice el anuncio de la Primitiva, no tenemos sueños baratos… Desgraciadamente, las probabilidades de que pases el resto de tus días llevando una vida de lujo gracias a la lotería están entre un 1% y un 5%, así que a la mayoría de los mortales nos tocará decir adiós al glamour y a la riqueza… ¿O no? Existen maneras de llevar una vida de lujo sin gastarte (mucho) dinero. La clave está en cómo te lo montes.
Vida de lujo al alcance de todos
La idea de una vida de lujo varía según cada persona, así que lo primero es tener claro cuál es la tuya. ¿Eres un amante del arte y querrías tener un cuadro de Van Gogh en casa? ¿Lo tuyo es viajar y te gustaría dar la vuelta al mundo? ¿O te gusta lo tradicional y sueñas con ir a la ópera en Viena?
¡Todo es posible si sabes cómo montártelo! El truco está, nos dicen los psicólogos, en echarle imaginación. Es decir, no importa tanto la experiencia que se esté viviendo, sino cómo la percibamos. Tan valioso puede ser tener La habitación de Van Gogh en casa, como una lámina que reproduzca su obra. En la web del museo que lleva el nombre del artista las venden por menos de 10 €. ¿Que tienes algo más de presupuesto? ¡Entonces llévate un lienzo a tamaño real!
Sí, lo entendemos, hay cosas que no son materiales, y es posible que no puedas ir a Viena al concierto de año nuevo, no solo por el precio, sino también por la lista de espera. Y ya es tarde también para asistir allí al estreno de La Viuda Alegre, pero ¡todavía puedes sacar entradas para vivir la experiencia de su representación en Madrid! Si te dejas llevar por el glamour y la vida de lujo que llevan sus personajes, ¿quién te dice que no podrías alojarte en el propio Hotel Ritz? Bueno, quizás eso no, pero sí que puedes ir a su terraza a disfrutar de un café o un gin-tonic sin dejarte una fortuna.
La delgada línea entre la realidad y la imaginación
Puede que todo esto te esté sonando a cuento chino, pero tiene una base científica: se activan las mismas zonas del cerebro cuando imaginamos algo (sea una experiencia positiva o negativa) que cuando lo recordamos. Por eso, algo que hayamos imaginado, creará en nuestra mente un recuerdo, igual que si lo hubiésemos vivido. Quizás ahora pienses que viajar gracias a Google Earth no es lo mismo que dar la vuelta al mundo, pero si te concentras lo suficiente, dentro de unos años quizás recuerdes viajes a lugares en los que realmente nunca estuviste.
Eso sí, para que la técnica funcione, no basta solo con imaginar en abstracto la vida de lujo que llevaremos, sino que tendremos que visualizarla con todo tipo de detalles e involucrando todos los sentidos. Una manera sencilla de ayudarte con esto es haciéndote preguntas a ti mismo: ¿qué tacto tiene el vestido de gala que llevas para la entrega de los Oscar? ¿A qué huele el Moët & Chandon en que te estás bañando? ¿Sopla la brisa en tu isla del Caribe?
Tal vez no nos toque la lotería, pero nuestro cerebro se contenta con imaginarlo.¿Qué cambiarías tú si llevases una vida de lujo?