Si eres de los que prefieren tener una coraza que les proteja de emociones descontroladas, no sigas leyendo. Si no ves los telediarios, no escuchas la radio, y no lees los periódicos por miedo a encontrarte noticias que te entristezcan, quizás deberías interesarte por otro artículo. Porque las historias de los participantes en los proyectos sociales Acercando en los Teatros del Canal son conmovedoras. Ejemplos de superación que nos devuelven la fe en el ser humano, y que nos convencen de que Gabriel García Márquez tenía razón en Del amor y otros demonios: “No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad”.
Te lo hemos advertido. Pero si has seguido leyendo es porque quieres conocer a María José, a Pedro, a Ana, a Nagore, a Carlos, a Rosario o a Eduardo, y saber por qué cada semana se dan cita en los Teatros del Canal para cantar o tocar la batería. Si no has abandonado ya este post es para entender cómo ha cambiado la vida de voluntarios como María, Pablo o de Arantxa. Hace tiempo que estarías navegando por otras webs, si no fuese porque tú también crees que el arte ayuda a crecer.
¿En qué consisten los proyectos sociales Acercando?
Los proyectos sociales Más que cultura incluyen talleres que se desarrollan en los Teatros del Canal, conjuntamente con la Fundación SaludArte y la Joven Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid (JORCAM): uno de coro y uno de percusión.
El ‘Coro Abierto’ está formado por 20 personas con discapacidad intelectual y miembros de la JORCAM, bajo la dirección de Pablo Eisele. Es un proyecto que comenzó gracias a la Fundación Carmen Pardo-Valcarce, que lleva desde 2012 mejorando en los chavales su respiración, relajación o dicción, pero sobre todo haciéndoles sentir más importantes y valorados.
Con el objetivo de mejorar la integración de jóvenes en riesgo de exclusión social nace ‘A tu ritmo’, un taller de todo tipo de instrumentos de percusión: marimbas, timbales, uiros, cajas chinas, darboukas… y cómo no, la batería. A través de la música y el arte se crea un espacio de comunicación y aprendizaje entre personas que de otro modo quizás no hubieran coincidido nunca.
“Demostraremos lo que valemos”
Los profesores cuentan que aunque el resultado final no es el objetivo, la idea de actuar en un teatro profesional y mostrar su trabajo resulta motivadora para todos los que participan en los proyectos sociales: “Cuando actuemos, demostraremos lo que valemos”, asegura Tony, que canta como tenor en el taller ‘Coro Abierto’.
Una valía que tienen muy presente los coordinadores de los talleres y los voluntarios que trabajan con ellos, como es el caso de Rebeca: “No pierden la magia de la música. Y eso es un gran aprendizaje para nosotros”; o de Álvaro: “Cuando salimos de aquí, salimos felices y con otra perspectiva de las cosas”.
“Con trabajo y esfuerzo se consiguen frutos”
La vida no es fácil para la mayoría de los participantes en los proyectos sociales Más que cultura, pero gracias a ellos consiguen evadirse de sus problemas, y sentirse mejor con ellos mismos. En palabras de Sadu, de 23 años: “Me gusta venir aquí a aprender música, pero lo que más me gusta es tener la oportunidad de conocer gente nueva. Vengo a aprender, pero sobre todo vengo a sentirme alegre”.
Conjuntamente con esta sensación de bienestar, se les intenta transmitir el valor del trabajo y el esfuerzo, “que vean que se consiguen frutos”, como dice Jorge González, percusionista de la JORCAM y participante de ‘A tu ritmo’.
A las palabras de García-Márquez nosotros añadimos: “No hay mejor terapia que la del arte y la sonrisa”.
Fotos: Jaime Villanueva.