Teatros Canal
¿Cuál fue la primera ópera de la historia? ¿Qué partes tiene? ¿Quiénes son sus representantes más importantes? Te explicamos las características de la ópera y todo lo que necesitas saber para dar el do de pecho.
¿Cuál fue la primera ópera de la historia?
Los orígenes de la ópera están en Florencia en el siglo XVII. Con el Renacimiento en pleno apogeo, los artistas de la época buscan volver a las tradiciones del arte clásico y a la forma de recitar de las tragedias griegas.
Un grupo de intelectuales, que toman el nombre de ‘Camerata florentina’, establecen una reforma de la música: un bajo continuo debe acompañar a las palabras, cantadas a una sola voz (monodia), mientras que el argumento (normalmente mitológico) primaba sobre la música. Los ensayos de estos primeros melodramas tuvieron lugar en la corte de los Médici, y solo podían asistir los nobles invitados.
Pero en 1607 Claudio Monteverdi estrenó L’Orfeo en los carnavales de Mantua. En ella, el compositor incluye cambios diferenciales con las obras de la camerata. Añade varios elementos instrumentales al bajo continuo: violines, arpa, órgano, etc. Además, el libreto es mucho más dramático, enfatizando la tragedia del protagonista, y sus cantos son más melódicos y ornamentados. Había nacido la primera ópera de la historia.
Voces características de la ópera
Según su registro vocal, es decir, las notas que puedan alcanzar, los cantantes característicos de la ópera se dividen, de más grave a más agudo, en:
- Contratenor, mezzosoprano y soprano en el registro femenino, que cuenta además con sopranos dramáticas, líricas o de coloratura.
- Barítono, bajo, tenor o contratenor en el caso de los hombres.
Hay que tener en cuenta que, poco después de su nacimiento, la popularidad de la ópera hizo que se construyeran teatros específicos para este tipo de espectáculo. La ópera se volvió así un evento accesible para todos aquellos que pudieran pagar una entrada. Y al mismo tiempo, necesitaba ser rentable. Para ello, los empresarios teatrales buscaban cada vez mejores cantantes, que se convirtieron en auténticos divos.
Si seleccionamos a los más famosos cantantes de la historia de la ópera, nos quedaríamos con tres hombres y tres mujeres. Farinelli (1705 -1782): un castratti que llegaba a las voces de soprano, cuando a las mujeres no se les permitía cantar sobre un escenario; Gilbert Duprez (1806-1896) y Enrico Caruso (1873-1921).
De izquierda a derecha, el castrato Farinelli, Gilbert Duprez y Enrico Caruso.
E Isabella Colbran (1785-1845), Giuditta Pasta (1797-1865) y María Callas (1923-1977), quien fue conocida no solo por su talento sino también por su vida privada.
De izquierda a derecha, las sopranos Isabella Colbran, Giuditta Pasta y María Callas.
Partes de una ópera
Sin duda, una de las características de la ópera más importantes es su estructura. El esquema musical suele ser el mismo: una parte instrumental precede a la acción, y luego se suceden diferentes fragmentos cantados que varían según las necesidades de los personajes. Un esquema bastante común podría ser este:
- Obertura: Con el telón todavía cerrado suena una parte instrumental que resume el leit motiv musical principal.
- Introducción: En el primer acto, intervienen varios personajes que explican la situación de la que parte la historia.
- Aria: Un solo cantante expresa el sentimiento dominante en ese momento. Y en muchos casos se convierte en una declaración de intenciones. Las hay de bravura, coloratura, agitadas, da capo, etc.
- Recitativo: Normalmente separa dos arias. La música es más rápida y sin repeticiones, y los personajes hacen que avance la acción.
- Cavatina: Es también un aria, pero se utiliza para presentar a un nuevo personaje. A menudo, este introduce un nuevo conflicto.
- Final: Al final de cada acto, un conjunto de voces se une a la orquesta y celebran o lamentan el desenlace de la historia.
Compositores de ópera
La mayoría de los compositores de música clásica se atrevieron alguna vez con la ópera. Sin embargo, a lo largo de la historia hay seis que consideramos imprescindibles para entender las características de una ópera.
Wolfang Amadeus Mozart
Renovó todas las formas de la ópera que existían hasta entonces e innovó con partituras más complejas. De las 22 óperas que compuso en su corta vida, destacaremos Las bodas de Fígaro, Don Juan, Così fan tutte y La flauta mágica.
Vincenzo Bellini
Su carrera fue corta pero intensa; amado por el público y por las mujeres, a caballo entre Italia y Francia. Su gran éxito fue la inauguración de la temporada del Teatro La Scala en 1831, con Norma, protagonizada por la diva Giuditta Pasta. Esta combinación marcó tanto a los italianos, que sus paisanos sicilianos crearon una receta en su honor: la ‘pasta alla Norma’.
Giuseppe Verdi
Hasta su tercera ópera, Nabucco, sus creaciones pasaron sin pena ni gloria. Sin embargo, la pasión y emoción que transmitía su lírica lo convirtió en un símbolo de la unificación de Italia en el siglo XIX. Tal fue su éxito, que consiguió ‘independizarse’ de los productores musicales para escribir lo que quería y reescribir ciertas partes de óperas antiguas. Entre las más conocidas se encuentran Rigoletto, Il trovatore, La Traviata o Aida.
Richard Wagner
El compositor de El holandés errante y Tristán e Isolda pensaba que las características de una ópera debían ser la comunión de la música, la palabra, el vestuario y, en definitiva, todos los elementos escénicos. Concebía la ópera como una ‘obra de arte total’, algo que acabó originando las primeras teorías del teatro contemporáneo.
Giacomo Puccini
En plena crisis económica del siglo XX, con muchos italianos emigrando a Estados Unidos para sobrevivir, Puccini viajó a Nueva York con un propósito bien distinto. El teatro Metropolitan le había encargado una ópera. El resultado fue La fanciulla del West, que se convertiría en el antecedente del ‘Western’ cinematográfico. La principal característica de las óperas del compositor italiano era su búsqueda de la credibilidad en escena, y el emotivo in crescendo conforme avanzaba la obra. Algunos ejemplos podrían ser Tosca, Madama Butterfly o Turandot.
Arnold Schönberg
Con el siglo XX las vanguardias llegan de su mano. El teórico vienés elaboró un nuevo sistema de composición con doce notas y abrió a la investigación el terreno de la ópera. Su obra más conocida es, curiosamente, la que dejó inacabada: Moses und Aron.
¿El hermano pequeño de la ópera?
Muchas de las características de una ópera existen también en el teatro musical (las oberturas, el uso de los solos para expresar las emociones de un personaje, etc.). La realidad es que con la llegada de las vanguardias, la comedia musical sustituyó a la ópera en el campo del entretenimiento. Algunos compositores, como Leonard Bernstein compaginaron ambos tipos de obra.
Email
Imprimir