Malena Alterio se define como una fanática de Claudio Tolcachir: “He visto casi todos sus trabajos, para mí es un referente y le sigo allá por donde va”. David Castillo califica sus funciones de “verdaderas maravillas”, y Daniel Grao da las gracias al destino por haberle concedido aquello que pidió cuando vio La omisión de la familia Coleman en el Teatro Pradillo: “Algún día me gustaría trabajar así, con este código, con este lenguaje”. Los tres se han reunido, junto con Alfonso Lara y Gloria Muñoz, para ser la tripulación del barco teatral que capitanea el autor, director y actor argentino, Claudio Tolcachir. Hablamos del espectáculo Emilia, que se podrá ver en enero en la Sala Verde de los Teatros del Canal, la misma sala en la que triunfó la compatriota del director Norma Aleandro.
Emilia habla de cómo el amor no se paga con dinero
Emilia nace de una anécdota del propio Claudio Tolcachir, que se reunió con la que había sido su niñera años después de haber vivido con ella. De la misma forma, en la obra, Emilia se reencuentra accidentalmente con el chico que cuidó, Walter (el personaje que interpreta Alfonso Lara). Este la invita a entrar a la casa a la que se está mudando, y es así como ella puede acceder a la familia que ha construido. “Lo más hermoso – según Gloria Muñoz, que interpreta a Emilia– es que cuando se reencuentran es como si no hubiera pasado el tiempo. Siguen teniendo esa complicidad que se da entre alguien que cuida a un niño y el propio niño, ya sea su madre, su niñera…, alguien que lo cuida, que lo cuida de verdad. Al traer esa infancia al presente, de repente todos los sentimientos de los demás se recolocan, y se tratan de comunicar esas cosas que no se habían dicho nunca”.
Este es el punto de partida para una obra que, en palabras de Malena Alterio, “tiene muchas definiciones, muchos recovecos, muchas interpretaciones. Tengo la sensación de que cada espectador que venga a vernos va a salir con su Emilia”. A la hora de pedirles que definan el espectáculo, David Castillo es quien más claro lo tiene: “Emilia habla de cómo el amor transforma, cómo el amor confunde, cómo el amor hace daño, cómo el amor alimenta, cómo el amor mata, cómo el amor nos da la vida y nos la quita, y sobre todo, cómo el amor no se paga con dinero”.
Sin embargo, tanto Castillo como Malena Alterio, Alfonso Lara o Gloria Muñoz, coinciden en la necesidad de amor de todos los personajes. “Una de las primeras preguntas que yo me hice con respecto a esta obra fue “¿cuál es un amor absolutamente puro, un amor absolutamente fiel, sin nada de miedo ni de responsabilidad?”. Esta obra ahonda un poco en esta pregunta”, explica Tolcachir.
Claudio Tolcachir trabaja con alma y corazón
Todos los actores se deshacen en elogios a la hora de hablar del trabajo con el director bonaerense. Especialmente en lo relativo al trabajo de elenco, en que Claudio es para Gloria Muñoz un maestro: “Somos un grupo de gente que habíamos coincidido solo en alguna ocasión esporádica. Y sin embargo, sentimos que somos ya un equipo, como si lleváramos trabajando mucho tiempo. Esto es una especialidad de Tolcachir, crear esa sensación”.
Malena Alterio destaca el trabajo del subtexto, o cómo lo que calla aporta más que lo que se dice: “Aparentemente parece que no pasa nada, pero de pronto se desata una tormenta brutal y eso te deja helado en la silla. A mí me parece muy especial, muy sincero, muy auténtico, y muy apetecible”. Este trabajo que Claudio Tolcachir propone en sus montajes es, según Alfonso Lara, “un trabajo duro, pero a la vez el más satisfactorio para un actor. Claudio nos ha pedido que nos entreguemos con alma y corazón a esto”.
Malena Alterio, David Castillo, Gloria Muñoz, Daniel Grao y Alfonso Lara: actores del mismo cole
Para Claudio Tolcachir, trabajar con este equipo también ha sido una bendición: “Cada ensayo fue productivo, siempre fue suave, fue placentero. Todas las cosas fuertes que nos pasaron, tuvieron lugar en el escenario, ¡que es donde tienen que pasar! Dicen que cuando no ocurren en el escenario se llevan a camarinos, y eso es malo. Son actores enormes, de una humanidad y de una técnica muy especial”.
Gloria Muñoz achaca esta complicidad entre el elenco a que todos son actores, “como se suele decir, ‘de mi mismo cole’, trabajamos en una misma línea”. David Castillo hace hincapié también en la grandeza de cada uno de los actores. Grandeza y popularidad: a Malena Alterio la reconocemos sobre todo por su personaje en Aquí no hay quien viva, el propio Castillo sigue interpretando un papel en la serie de televisión Aída, y tanto Alfonso Lara como Daniel Grao son habituales en las pantallas de televisión. Emilia los pone a todos sobre el escenario para que nos lleven de viaje en lo que ellos mismos denominan “una montaña rusa emocional”.
Qué puedes esperar si vienes a ver Emilia
Quienes, como Malena Alterio, sean seguidores acérrimos de Claudio Tolcachir, notarán en Emilia una diferencia con respecto a sus obras anteriores: “A diferencia de otros personajes que escribí antes, estos son muy conscientes de lo que viven y son cómplices de lo que viven. Hay un punto donde ellos saben dónde están y saben por qué están haciendo lo que hacen, y no pueden cambiar, o deciden no cambiar o no se animan a cambiar”, nos cuenta el director.
Pero lo principal en Emilia (como en la mayoría de las obras de Tolcachir) es la identificación con los personajes. Con todos. Malena Alterio lo explica así: «Cada uno de los personajes tiene sus razones, son muy humanos, no hay buenos buenísimos ni malos malísimos, todos actúan en función de sus necesidades o de sus posibilidades». En esta línea, el director comentaba: «A mí me parece muy interesante que uno como espectador se pueda identificar no solo con la víctima sino con el victimario, porque creo que es más interesante sentirnos reflejados en un personaje equivocado. Eso te obliga a preguntarte por qué vos podrías hacer eso que hace esa persona. Yo sé que yo podría hacer todo lo que hacen mis personajes. No lo hago porque quiero ser una persona más sana y más feliz, pero yo entiendo por qué hacen lo que hacen. Son hijos de la desesperación».
Emilia «es una obra que una vez termina sigue resonando, hay que digerirla», decía Malena Alterio. Las emociones fuertes parecen estar aseguradas.