La discapacidad sensorial auditiva o visual afecta en España aproximadamente a unos dos millones de personas. Una cifra que se traduce en casos como el de Mercedes (nombre ficticio), que asistió a una de las funciones accesibles fruto de la colaboración entre Teatro Accesible y los Teatros del Canal.
Mercedes sufre una sordera severo-profunda, por lo que lleva un audífono digital, que se conecta a los sistemas de sonido de cines, televisores, etc., mediante bluetooth. Nos confiesa que le encanta el teatro, pero que hace tiempo que se resignó a no volver por culpa de su discapacidad: “Cuando mis amigas me decían que fuésemos al teatro, mi respuesta automática era un ‘no’, porque me producía mucha ansiedad. La última vez que vi una comedia no pude disfrutarla porque no oía lo que a los demás les hacía reír. Salí de la sala llorando”.
En esta ocasión no ha habido más lágrimas que las provocadas por las emociones de la obra. Para personas como Mercedes existe Teatro Accesible, una iniciativa promovida por Aptent Be Accesible, cuyo objetivo es crear y fomentar una amplia oferta de teatro para personas con discapacidad sensorial, audiovisual y/o auditiva.
¿Cómo puedo disfrutar de una obra de teatro si tengo una discapacidad sensorial?
Una discapacidad auditiva o visual no tiene por qué estar reñida con el disfrute de una función de teatro, gracias a los sistemas de bucle de inducción magnética y audiodescripción. Nombres que quizás asusten cuando se leen, pero que se utilizan de una forma muy sencilla: se trata de unas pequeñas petacas (que se recogen ya configuradas para la discapacidad de cada persona), conectadas a un discreto auricular, del tamaño del tapón de una botella.
Receptores de audiodescripción
Por este auricular, las personas ciegas o con una discapacidad visual pueden escuchar una voz que les va contando aquello que hacen los personajes: “mira a público”, “Walter abraza a Emilia”, “Caro está distraída”… Una audiodescripción que está grabada previamente, y que Carmen Caro, responsable del departamento comercial de Aptent, define como “un verdadero encaje de bolillos. Se hace teniendo el guión y la grabación de la función por delante, y condensando mucho el lenguaje, para explicar lo que va pasando (a modo de las radionovelas de antes), sin saturar por ello al usuario, que oye tanto la descripción como lo que dicen los actores”.
Para que os hagáis una idea, os lo explicamos con imágenes:
Ahora cerrad los ojos y disfrutad de la versión audiodescrita:
Las personas como Mercedes, que llevan un audífono o un implante coclear, utilizan el sistema de bucle de inducción magnética, que reparte el sonido del escenario por toda la sala convertido en unas ondas magnéticas que son captadas por el audífono de cada usuario de manera individual, acercando y mejorando la señal auditiva y mitigando además el ruido en el ambiente. Es lo mismo que ocurre en los cines que cuentan con este símbolo, afortunadamente cada vez más común en nuestras salas.
¿Y qué pasa si no oigo bien pero no tengo un audífono?
Absolutamente nada. Las funciones de Teatro Accesible facilitan también un dispositivo a las personas que soliciten escuchar la representación con el sonido amplificado.
Nacho, del equipo de Teatro Accesible, a la entrada de los Teatros del Canal
Una necesidad que se hace muy evidente para el equipo que entrega los dispositivos: “Existen muchas personas mayores que no utilizan audífono, y que han venido a esta función sin saber que es accesible, pero cuando les contamos que pueden oír a los actores directamente en su oído, no quieren renunciar a ello”, nos cuentan.
A todo esto hay que sumarle el sistema de sobretitulado, que atribuye un color para cada personaje, y que se lanza en directo mientras tiene lugar la función, para prevenir posibles saltos o fallos de sincronización. Una ayuda que sirve no solo para las personas con discapacidad auditiva, sino también para personas extranjeras, o estudiantes de español, que ven en los sobretítulos una tabla de salvación.
Teatro para todos
Mercedes tuvo la suerte de que una amiga le avisase de que existían las funciones accesibles. Insisten en el aspecto positivo de acercar el teatro a las personas con discapacidad sensorial, y en cómo han compartido la experiencia juntas. Esta es una de las mayores victorias para el equipo de Aptent, que lucha por conseguir que ir al teatro sea una actividad de ocio más, normalizada también para un colectivo que hasta ahora no podía disfrutar de ella. Tanto es así, que a veces les es difícil llevar el cómputo de las personas que utilizan sus servicios: “No tenemos constancia de las personas sordas que vienen a cada función porque no tienen que pedirnos ningún dispositivo: saben cuándo es la función sobretitulada, y compran su entrada por el circuito normal», explica Carmen Caro.
Además de los usuarios de los sobretítulos, cada función accesible tiene entre diez y veinte personas que utilizan los dispositivos de audiodescripción, bucle magnético o sonido amplificado. Este número irá ampliándose, asegura Rocío Casado, asistente a la dirección artística de los Teatros del Canal: “De aquí a cinco años la petición y el uso de estos dispositivos va a cambiar completamente. Tenemos que hacer un trabajo exhaustivo que implique tener un contacto personal con cada una de las asociaciones y de los colegios de personas con discapacidad sensorial, porque muchas de ellas simplemente nunca se han planteado que existe la posibilidad de venir al teatro”.
El proyecto de Teatro Accesible ha crecido mucho en muy poco tiempo: en tres temporadas han conseguido llegar a ocho ciudades y veinte teatros. Los Teatros del Canal se sumaron a la iniciativa este año, ofreciendo seis funciones accesibles: Master Class, Decamerón negro, Emilia, Ensayando Don Juan, El castigo sin venganza y Aventura. Algo que supone “una gran alegría y una gran medalla, se trabaja para que el teatro sea para todos. El objetivo ahora es que los días de función accesible la sala esté ocupada al menos en un 50% con personas haciendo uso de estos servicios”, nos explica Casado.
Presentación de la Temporada de Teatro Accesible 2013-2014, con la presencia de Jorge Culla, intendente de los Teatros del Canal
Quienes sí volverán serán Mercedes y sus amigas, que salen de la obra preguntando: “¿Cuánto va a durar esta experiencia? ¡Porque vamos a repetir!”.
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